La Tendinopatía es una lesión por sobreuso común que se presenta en extremidad inferior y superior, causando dolor y pérdida de la funcionalidad. Pero “Ojo” no siempre es por sobreuso, de hecho, los últimos y más avanzados estudios revelan que el 60% de las tendinopatías tienen detrás un problema metabólico de base. Es decir que el 60% de los pacientes que nos llega a consulta con una Tendinopatía tiene un problema metabólico. Ejemplos de enfermedades metabólicas pueden ser: Diabetes, hipertiroidismo, obesidad…etc.
Como parte de la patología se han observado cambios en la estructura del tendón que afectan negativamente a la capacidad de carga y tolerancia del tendón.
Las tendinopatías se producen en diferentes partes del cuerpo como pubis (aductores), hombros (manguito rotador), codo (complejo extensor) y cadera (glúteos), siendo más frecuentes las tendinopatías del tendón de Aquiles y del rotuliano. Se caracterizan por un dolor muy localizado asociado a altas cargas recibidas por el tendón.
CLASIFICACIÓN
En relación a su clasificación siempre ha existido cierta controversia debido a la aparición de nuevos estudios que han ido cuestionando las creencias establecidas hasta el momento.
Dicho modelo basa su concepto en las características de los tres estados tisulares del tendón: Tendinopatía reactiva, Tendinopatía desestructurada y Tendinopatía degenerativa. Cada fase tiene una presentación clínica característica y un tratamiento específico.
DIAGNÓSTICO Y CAUSAS
–Tendón reactivo: ocurren por sobrecargas agudas de fuerzas tensionales o de compresión, y por definición no tienen respuesta inflamatoria de la célula. Clínicamente son el resultado del aumento repentino de actividades físicas a la que el tendón está poco acostumbrado, aunque también podrían producirse por contusión directa.
–Tendón desestructurado: es asintomático, no presenta dolor y sólo sería reconocible por diagnóstico con imagen (Ecografía). Es una fase avanzada del tendón reactivo donde comienza la desorganización celular. Es el paso intermedio entre el tendón reactivo y el tendón degenerado.
–Tendón degenerado: Se cree que el paciente con tendinopatía puramente degenerativa no presenta clínica ni dolor hasta que es sometido a una sobrecarga, presentándose así un cuadro de reactividad en la zona sana y funcional del tendón y no en la zona degenerada. Por lo tanto, este paciente no presentará dolor en el día a día, solamente cuando realice cierta actividad física.
Si la degeneración es suficientemente extensa y se somete a cargas altas podría darse la rotura del tendón. Aproximadamente en el 97% de los casos en los que se produce una rotura de tendón, éste ya se encontraba en esta fase.
TRATAMIENTO
Parece ser que el tendón responde de forma muy positiva a la carga cuando se esta se da en unas dosis adecuadas, por lo que el ejercicio realizado de una manera progresiva y con la combinación de las diferentes contracciones musculares (isométrica, concéntrica y excéntrica) va a ser una parte muy importante del tratamiento.
FASE 1: DOLOR MUY AGUDO
El objetivo en esta fase es reducir el dolor.
¿Cómo?
Evitando todo aquello que provoca dolor (reduciendo la carga sobre el tendón) y empezando a realizar ejercicios isométricos (contracción muscular sin movimiento) con la máxima carga posible sin dolor.
FASE 2: DOLOR CONTROLADO
El objetivo va a ser recuperar la fuerza
¿Cómo?
Incorporamos ejercicios concéntricos (contracción muscular con acortamiento) y excéntricos (contracción muscular con estiramiento) progresivamente con la máxima carga posible sin dolor.
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