La enfermedad de Legg-Calve-Perthes, también conocida como enfermedad de Perthes, es un trastorno de la cadera en niños pequeños que generalmente ocurre entre los 4 y los 10 años.
La cadera está formada por la cabeza femoral, la «bola», que es la parte superior del fémur, y el acetábulo, la «copa» que se ajusta alrededor de la cabeza femoral.
En la enfermedad de Perthes, se interrumpe el suministro de sangre a la cabeza del fémur. Luego, la cabeza femoral se “necrosa” o pierde el suministro de sangre, lo que debilita el hueso y puede provocar múltiples fracturas. A continuación, el hueso es absorbido por el cuerpo o reabsorbido, lo que puede provocar un colapso completo de la cabeza femoral.
El suministro de sangre finalmente regresa y el hueso se vuelve a formar o se vuelve a osificar. Sin embargo, el hueso puede volver a formarse con una forma diferente a la que tenía antes. Debido a esto, la enfermedad articular degenerativa ( osteoartritis ) puede desarrollarse más adelante en la vida.
¿Qué causa la enfermedad de Legg-Calve-Perthes?
Hay varias teorías. Como se mencionó anteriormente, se pierde el suministro de sangre a la cabeza femoral. Las razones de esto, sin embargo, no están claras. Puede deberse a un traumatismo que daña los vasos sanguíneos o a trastornos que hacen que la sangre se coagule y obstruya las venas.
¿Cuáles son los factores de riesgo de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes?
La enfermedad de Legg-Calve-Perthes afecta a menos del 1 por ciento de la población general y, por lo tanto, es muy rara, pero es cuatro veces más común en niños que en niñas.
Los estudios también han demostrado que los niños con padres que tienen la enfermedad tienen más probabilidades de contraerla. De hecho, entre el 2 y el 10 por ciento de los niños con la enfermedad de Perthes tienen al menos un familiar con la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes?
Los niños con la enfermedad de Legg-Calve-Perthes a menudo desarrollan una cojera notable. También pueden experimentar rigidez en la cadera o quejarse de un dolor leve en el área de la ingle, el muslo o la rodilla. Este dolor suele empeorar con la actividad y mejora con el descanso.
Diagnóstico de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes
Un especialista en ortopedia pediátrica observará si el niño tiene problemas para rotar la pierna. Los músculos de los muslos, las pantorrillas y los glúteos pueden “atrofiarse” o achicarse si la extremidad afectada pasa mucho tiempo sin usarse. El especialista también puede notar que la pierna afectada es más corta que la pierna normal en los casos en que la enfermedad de Perthes ha estado presente durante mucho tiempo.
Si se sospecha la enfermedad de Legg-Calve-Perthes, el ortopedista obtendrá radiografías de las caderas de su hijo. A menudo, también se recomendará una resonancia magnética especializada para determinar cuánto del suministro de sangre en la cadera se ve afectado.
Tratamiento de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes
Tratamiento no quirúrgico
Es muy importante mantener la articulación en movimiento. Esto se debe a que el cartílago de la cabeza femoral depende del líquido de la articulación, llamado líquido sinovial, para su nutrición. Mover la cadera ayuda a suministrar este líquido al cartílago.
También es importante mantener la cabeza en la cavidad de la cadera para que cuando el hueso se vuelva a formar, tenga la forma mejor y más redonda posible. A veces, la cadera del niño se vuelve rígida y puede necesitar ayuda para mantener la pelota en la copa. Su médico puede recomendar un período de yeso, aparatos ortopédicos y/o fisioterapia para ayudar a lograrlo.
Tratamiento quirúrgico
La cirugía puede estar justificada para tratar la enfermedad de Legg-Calve-Perthes, pero a menudo no se recomienda para niños menores de 6 años. El objetivo de la cirugía es la contención. La idea es mantener la cabeza femoral dentro del acetábulo. Para ello, el cirujano ortopédico pediátrico puede alterar el ángulo de los huesos del fémur y/o del acetábulo y fijarlos en una posición anatómicamente más correcta. Este procedimiento, llamado osteotomía, permite que la cabeza femoral crezca en su forma esférica normal.
¿Existen complicaciones de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes?
Sí. La cabeza del fémur puede perder su forma esférica normal y/o colapsarse. Además, puede ocurrir enfermedad articular degenerativa (es decir, como ocurre en la osteoartritis). La pierna afectada puede perder parte de su movimiento y volverse más corta que la pierna normal.
¿Cómo le irá a mi hijo con la enfermedad de Legg-Calve-Perthes a largo plazo?
Esto varía de paciente a paciente. La presencia de algunos signos suele conllevar un peor pronóstico. Estos incluyen el desarrollo de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes cuando el niño tiene más de 8 años, el desarrollo de un rango de movimiento deficiente y la presencia de una cabeza femoral no redonda incluso después del tratamiento.
En la mayoría de los pacientes, el dolor se resuelve durante la adolescencia. Sin embargo, se estima que aproximadamente el 50 por ciento de los pacientes que desarrollan la enfermedad de Legg-Calve-Perthes cuando son niños necesitarán un reemplazo de cadera en la edad adulta (es decir, entre los 50 y los 60 años).
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