Los nódulos de Bouchard son una manifestación de la osteoartritis en forma de protuberancias óseas que se presentan en las articulaciones medias de los dedos. Pueden ser resultado de una lesión en un dedo, pero habitualmente ocurren sin lesión previa. Son más frecuentes en mujeres, empezando entre los 40 y los 60 años. También hay un componente hereditario. Los nódulos surgen en el 50% de los pacientes de artritis reumatoide. Están formados por colágeno degenerado.
Estos nódulos reumatoides son deformidades abultadas, duras e indoloras habitualmente y que aparecen en las articulaciones de los dedos de manos, pies, codos y tobillos. El tamaño de estos bultos es diverso y va desde 1 hasta 5 centímetros.
Causas
Diversos orígenes: lesiones previas, factor hereditario…
La causa principal de los nódulos de Bouchard es la presencia de la osteoartritis. Este es el factor desencadenante, aunque factores externos como una lesión en el dedo puede acelerar la presencia de las protuberancias. Se ha demostrado que existe también una predisposición hereditaria para su aparición.
Síntomas
Dolor y torpeza
Los nódulos de Bouchard usualmente surgen primero en un dedo y luego se pueden presentar en otros. En muchos casos se presenta un enrojecimiento acompañado de dolor y sensibilidad máxima en las articulaciones afectadas, mientras que en otros las protuberancias van surgiendo de forma progresiva y sin dolor. Los nódulos comportan cierta sensación de torpeza.
Diagnóstico
Examen visual
El médico recurre a un examen visual para determinar la existencia de los nódulos de Bouchard y puede realizar análisis complementarios para comprobar el estado de salud general.
Tratamiento
En muchos casos, no es necesario ningún tratamiento. El tratamiento combina ejercicios con la administración de medicamentos. Son recomendables los ejercicios de amplitud de movimiento en agua caliente con el objetivo de mantener las articulaciones flexibles. Paralelamente se puede tomar analgésicos y antiinflamatorios. En ocasiones, se puede recetar una inyección de corticosteroides para casos de articulaciones gravemente afectadas, para aliviar el dolor e incrementar el rango de movimiento. En situaciones extremas, hay que recurrir a la cirugía para reconstruir la articulación.
Prevención
Ejercicios rutinarios
No se puede prevenir la aparición de este trastorno pero es recomendable la realización de ejercicios de forma rutinaria para mejorar el funcionamiento de las articulaciones afectadas.
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