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NODULOS DE HEBERDEN

NODULOS DE HEBERDEN

Los nódulos de Heberden son crecimientos óseos que se desarrollan en las articulaciones de los dedos, también conocidas como articulaciones interfalángicas.

Comúnmente se desarrollan en las articulaciones más cercanas a la punta de los dedos y pueden hacer que los dedos se vean torcidos.

Los nódulos de Heberden solo se desarrollan en personas que tienen osteosteoartritis, que es una afección ósea degenerativa. Estos crecimientos pueden causar dolor, rigidez y malestar.

En este artículo, observamos las causas, los síntomas y los factores de riesgo de los nódulos de Heberden.

Causas

Cada articulación en el cuerpo tiene una capa de cartílago que ayuda a proteger los huesos. La osteoartritis hace que esta capa de cartílago se degrade gradualmente, permitiendo que los huesos en las articulaciones entren en contacto directo entre sí. Con el tiempo, los huesos se pueden dañar al rasparlos juntos.

El cuerpo reacciona a este daño activando el desarrollo de nuevas formaciones óseas, que se conocen como nodos.

Los nódulos de Heberden son un tipo de formación ósea que puede desarrollarse en los dedos en casos graves de osteoartritis.

Síntomas

Los nódulos de Heberden aparecen como crecimientos óseos alrededor de las articulaciones del dedo y pueden ocasionar que los dedos se deformen. Para algunas personas, pueden ocurrir sin otros síntomas o solo síntomas leves. Pero en otros, los síntomas pueden ser prominentes y pueden incluir:

  • dolor

  • inflamación alrededor de las articulaciones de los dedos

  • rigidez en el área afectada

  • pérdida de movimiento de los dedos

Los nódulos de Heberden solo se desarrollan en casos graves de osteoartritis, por lo que los síntomas anteriores a veces pueden pasar desapercibidos. Esto puede deberse a la gravedad de otros síntomas de osteoartritis o a la persona que se ha acostumbrado a evitar el uso de las articulaciones de los dedos.

Factores de riesgo

Los nódulos de Heberden solo se desarrollan en personas con osteoartritis, pero se desconoce la causa exacta de estos crecimientos óseos. Algunos factores de riesgo para la condición incluyen:

  • años

  • historia familiar

  • condiciones relacionadas, como la gota

  • obesidad

  • lesión en las articulaciones

Tratamiento

El tratamiento para los nódulos de Heberden se centra en la afección subyacente, que es osteoartritis. Sin embargo, osteoartritis es una enfermedad crónica que actualmente no tiene cura, por lo que su tratamiento intentará controlar los síntomas y reducir el dolor.

Como los nódulos de Heberden se presentan en casos más graves de osteoartritis, a menudo se necesitan medicamentos para aliviar el dolor para tratar la afección. Es probable que incluyan medicamentos antiinflamatorios no esteroideos ( AINE ), como el ibuprofeno.

Además de la medicación, los médicos suelen recomendar varios cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a reducir los síntomas. El cambio de estilo de vida más efectivo para tratar los síntomas de osteoartritis es el ejercicio físico.

El ejercicio puede funcionar de varias maneras para mejorar los síntomas. Por ejemplo, los ejercicios de resistencia pueden ayudar a aumentar la fuerza muscular, lo que reduce la presión sobre las articulaciones. También puede promover la flexibilidad y la densidad ósea.

El ejercicio también puede ayudar a alguien a perder peso, lo que puede mejorar los síntomas de la osteoartritis en personas con sobrepeso.

El mejor tipo de ejercicio variará, dependiendo de varios factores, como la progresión de la enfermedad o la edad.

Como los nódulos de Heberden ocurren en casos más graves de osteoartritis, una persona debe desarrollar un plan de ejercicio estructurado con la ayuda de un terapeuta ocupacional o físico. Es necesario participar regularmente en el ejercicio para que alguien obtenga el mayor beneficio.

Lo mejor es evitar ejercicios que ejerzan presión adicional sobre las articulaciones, como correr o ciertos tipos de entrenamiento con pesas. Es mejor seguir con las actividades donde se apoyan las articulaciones, como la natación o el ciclismo.

En casos raros, una persona puede necesitar cirugía si los nódulos de Heberden no mejoran y causan incomodidad significativa. Por lo general, la cirugía implicará extirpar los nódulos y reconstruir las articulaciones afectadas.

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