La parte superior del hueso del brazo (cabeza del húmero) forma la bola y la parte frontal del omóplato (fosa glenoidea) forma la cavidad. 

Para permitir el amplio rango de movilidad que necesita el hombro para mover el brazo en múltiples direcciones, el encaje es muy poco profundo. 

Imagínese una pelota de golf sobre un tee de golf, no muy estable. Entonces, alrededor del borde de la cavidad hay una banda especial de cartílago conocida como labrum glenoideo. Está hecho de material fibrocartilaginoso y trabaja para profundizar el encaje para mejorar la conexión de la articulación y mejorar la estabilidad sin restringir la movilidad. 

1. Trauma

Una caída sobre un brazo extendido, particularmente si el brazo está en abducción (hacia un lado), girado externamente (girado hacia afuera en dirección opuesta al cuerpo) y extendido (detrás). Ésta es la causa más común de luxación anterior del hombro en pacientes mayores. 

Los accidentes de tráfico (RTA) son otra causa traumática de dislocaciones del hombro.

2. Lesiones Deportivas

Lesiones por contacto como entradas de fútbol o rugby, particularmente cuando el brazo está por encima de la cabeza y el codo está empujado hacia atrás. Movimientos repetitivos por encima de la cabeza, por ejemplo, lanzamiento o deportes de raqueta por encima de la cabeza como el tenis. Esta es la causa más común de desgarro del labrum glenoideo en pacientes más jóvenes.

El daño a la glenoides (la parte del encaje) se conoce como Bony Bankart. Esto es cuando hay una fractura (rotura) en la parte anteroinferior (frente inferior) de la cavidad glenoidea, así como un desgarro del labrum.

Las lesiones de Bankart también pueden estar asociadas con fracturas de la cabeza del húmero (la bola), como una lesión de Hill-Sachs, donde hay una fractura por compresión en la parte posterolateral (parte externa de la espalda) de la cabeza del húmero.

La cápsula articular, un saco especial que hace sonar la articulación glenohumeral, también puede dañarse, al igual que los ligamentos circundantes, más comúnmente el ligamento glenohumeral inferior.

Todos estos aumentan el riesgo de una mayor inestabilidad del hombro.

• Luxaciones recurrentes: los  episodios repetidos de luxación del hombro son comunes con una lesión de Bankart, particularmente en pacientes más jóvenes, y afectan hasta al 80% de las personas menores de 30 años. Esta frecuencia se reduce con la edad a alrededor del 30%.

• Sensación de inestabilidad:  el hombro puede sentirse débil y como si fuera a dislocarse nuevamente, con acciones como lanzar. Una queja común es «Simplemente ya no confío en mi hombro»

• Dolor: las  personas con desgarro del labrum glenoideo a menudo se quejan de un dolor que tiende a ser difuso en lugar de en un solo lugar

• Sensaciones de captura / bloqueo: a  menudo se producen sensaciones extrañas cuando se mueve el brazo con un desgarro del labrum

La cirugía de reparación de Bankart tiende a ser el tratamiento de elección para los pacientes más jóvenes con una lesión de Bankart, especialmente aquellos que practican deportes, ya que existe un alto riesgo de que el hombro se disloque nuevamente. Esto se debe a que el desgarro del labrum glenoideo a menudo no cicatriza correctamente, por lo que no proporciona la profundidad adicional necesaria para la cavidad, lo que reduce la estabilidad y aumenta el riesgo de una mayor dislocación.

La reparación de una lesión de Bankart se suele realizar por vía artroscópica (cirugía de hoyo) bajo anestesia general. La cirugía de desgarro del labrum tiene como objetivo reparar y tensar los ligamentos, la cápsula articular y el cartílago dañados y sobreestirados. Se colocan anclajes de sutura en el hueso y el labrum glenoideo desgarrado se vuelve a unir a la fosa glenoidea. Por lo general, puede irse a casa el mismo día o al día siguiente después de una reparación de Bankart.

Tratamiento No Quirúrgico

Para pacientes mayores, o aquellos que son menos activos, se recomienda un tratamiento no quirúrgico para una lesión de Bankart. 

El brazo se inmoviliza en un cabestrillo durante algunas semanas, generalmente con el brazo apoyado sobre la parte delantera del cuerpo en rotación interna (girado hacia adentro) y una pequeña almohada debajo de la axila para mantener el brazo ligeramente alejado del cuerpo. A continuación, se realiza una fisioterapia intensiva para recuperar la fuerza, la estabilidad y la movilidad del hombro.

Uno de los problemas con este método de tratamiento es que en esta posición de reposo, el labrum glenoideo tiende a cicatrizar en un lugar ligeramente incorrecto, por lo que la profundidad de la cavidad se reduce, lo que hace que el hombro sea más propenso a dislocaciones recurrentes. 

A excepción de los atletas jóvenes, el consejo suele ser probar primero la terapia no quirúrgica con una lesión de Bankart. 

Si el hombro se vuelve a dislocar, se recomendaría una cirugía de reparación de bankart.