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TUMORES OSEOS BENIGNOS

Tumores y quistes óseos benignos

Los quistes benignos incluyen quistes óseos aneurismáticos y quistes óseos unicamerales.

La displasia fibrosa también puede afectar los huesos.

 

Tumor benigno de células gigantes del hueso

Los tumores benignos de células gigantes del hueso, que afectan con mayor frecuencia a personas en la tercera y la cuarta décadas de la vida, aparecen en la epífisis. Estos tumores se consideran agresivos en forma local. Tienden a continuar creciendo, destruir el hueso, y eventualmente pueden erosionar el resto del hueso y extenderse hacia los tejidos blandos. Pueden causar dolor. Estos tumores tienen tendencia a la recidiva. Rara vez, un tumor de células gigantes del hueso puede producir metástasis al pulmón, aunque siguen siendo histológicamente benignos.

Tumor de células gigantes

Tumor de células gigantes

Los tumores benignos de celulas gigantes del hueso se ven como lesiones líticas expansivas en estudios por la imagen. Presentan un margen sin borde esclerótico donde termina el tumor y comienza el hueso trabecular normal. La biopsia es necesaria. Puesto que un tumor de células gigantes del hueso puede producir metástasis al pulmón, se solicita una TC de tórax como parte de la estadificación inicial.

Tumor de células gigantes (TC)

Condroblastoma

El condroblastoma es raro y aparece entre los 10 y 20 años de edad. Se origina en la epífisis, y puede continuar creciendo y destruir el hueso y la articulación..

Condroblastoma

 

Este tumor debe ser extirpado quirúrgicamente mediante curetaje, y se coloca un injerto en la cavidad. La tasa de recidivas locales es de un 10 a 20%, y las lesiones recurrentes se tratan de igual manera con curetaje e injerto óseo.

Condromixofibroma

El condromixofibroma es muy raro y se presenta antes de los 30 años.

 

Condromixofibroma

El tratamiento del condromixofibroma después de realizada la biopsia consiste en resección quirúrgica o legrado.

Encondroma

Los encondromas pueden aparecer a cualquier edad, aunque tienden a manifestarse en personas entre los 10 y los 40 años. Se ubican dentro de la región metadiafisaria de hueso medular. Estos tumores suelen ser asintomáticos, pero pueden aumentar de tamaño y producir dolor. A menudo, se descubren en una radiografía realizada por otras causas. Los condromas periósticos son lesiones cartilaginosas similares que ocurren en la superficie de los huesos

Encondroma

 

Fibroma no osificante (defecto cortical fibroso, fibroxantoma)

El fibroma no osificante es una lesión fibrosa benigna del hueso que aparece como un defecto cortical radiolúcido bien definido en la radiografía. Un fibroma no osificante muy pequeño se denomina defecto cortical fibroso. Estos lesiones son defectos del desarrollo en los que partes de hueso que normalmente se osifican, se llenan de tejido fibroso. Por lo general, afectan a las metáfisis, y los sitios más comúnmente comprometidos son, en orden, el fémur distal, la tibia distal y la tibia proximal. Pueden ampliarse progresivamente y convertirse en multitabicados. Los fibromas no osificantes son frecuentes en niños.

Fibroma no osificante

Los fibromas pequeños no osificantes no requieren tratamiento y se debe hacer un seguimiento limitado. Las lesiones que causan dolor o están cerca del 50% del diámetro del hueso puede justificar curetaje e injerto de hueso para disminuir el riesgo de una fractura patológica a través de la lesión.

Osteoblastoma

El osteoblastoma es un tumor benigno raro que consiste en tejido histológicamente similar al de un osteoma osteoide. Algunos expertos simplemente los consideran osteomas osteoides grandes (> 2 cm). El osteoblastoma es mucho más común entre los hombres y generalmente aparece entre los 10 y los 35 años.

El tumor se desarrolla en el hueso de la columna vertebral, las piernas, las manos y los pies. Es un tumor de crecimiento lento que destruye el hueso normal. Este tumor es doloroso.

 

El tratamiento del osteoblastoma requiere cirugía, a menudo legrado e injerto óseo.

Osteocondroma

Los osteocondromas (exostosis osteocartilaginosas), los tumores óseos benignos más comunes, pueden surgir de cualquier hueso, pero tienden a aparecer cerca de los extremos de los huesos largos. Estos tumores se manifiestan con mayor frecuencia en personas de entre 10 a 20 años de edad y pueden ser únicos o múltiples. Los osteocondromas múltiples tienden a presentarse en grupos familiares. En un 10% de los pacientes con osteocondromas múltiples y en < 1% de pacientes con osteocondroma único aparece un condrosarcoma maligno secundario. Los pacientes con múltiples osteocondromas hereditarios tienen más tumores y son más propensos a desarrollar un condrosarcoma que los pacientes con un osteocondroma único. Los osteocondromas rara vez causan fractura ósea.

Osteocondroma de la rodilla

 

 

Osteoma osteoide

 

El osteoma osteoide, que afecta generalmente a personas jóvenes (entre 10 y 35 años), puede aparecer en cualquier hueso, pero es más frecuente en huesos largos. Puede causar dolor (que empeora por la noche, lo que refleja el aumento de la inflamación mediada por prostaglandina nocturna). El dolor se alivia con analgésicos suaves.  En niños en crecimiento, la respuesta inflamatoria y la hiperemia asociada, si es cercana a la placa de crecimiento, puede causar un sobrecrecimiento y discrepancia de longitud de los miembros. El examen físico puede revelar atrofia de los músculos regionales, pues el dolor produce desuso muscular.

 

Quiste óseo aneurismático

El quiste óseo aneurismático es una lesión expansiva idiopática que aparece antes de los 25 años. Esta lesión quística se presenta en la región metafisaria de huesos largos, aunque puede afectar cualquier hueso. Es de crecimiento lento. Se forma una nueva capa perióstica alrededor de la lesión expansible que suele ser más ancha que el hueso original. Con frecuencia produce dolor e hinchazón. El diagnóstico puede hacerse en pocas semanas hasta un año de aparecida la lesión.

Quiste óseo aneurismático de la muñeca

 

La apariencia radiológica es característica: el área rarefacta está bien circunscrita y excéntrica; el periostio está abultado (en forma de «dilataciones»), se extiende hacia el tejido blando, y puede estar rodeado por la formación de hueso nuevo.

 

Quiste óseo unicameral

 

Los quistes óseos unicamerales simples aparecen en los huesos largos en la zona distal a la placa epifisaria en niños. El quiste produce un adelgazamiento de la corteza y predispone a una fractura en hebilla patológica, que suele ser la forma en que se reconoce el quiste.

Las radiografías simples suelen ser diagnósticas. Los quistes óseos unicamerales simples suelen aparecer como lesiones de márgenes netos sin esclerosis reactiva o una corteza expansiva.

Quiste óseo unicameral

Los quistes más pequeños a veces se curan sin tratamiento. Una fractura no desplazada a través de pequeños quistes puede ser un estímulo para la curación. Los quistes más grandes, en especial en niños, pueden requerir curetaje e injerto óseo; sin embargo, muchos responden a la inyección de corticoides, matriz ósea desmineralizada o sustitutos sintéticos de hueso. La respuesta puede ser variable y requerir múltiples inyecciones. En un 10 a 15% de los pacientes, los quistes persisten a pesar el tratamiento.

Displasia fibrosa

 

La displasia fibrosa es un desarrollo anormal del hueso durante la infancia. Puede afectar uno o varios huesos. Pueden hallarse múltiples displasias fibrosas, pigmentación cutánea y anomalías endocrinológicas (síndrome de Albright o de McCune-Albright). Por lo general, en la pubertad dejan de aparecer las lesiones óseas anormales de displasia fibrosa. Rara vez sufren degeneración maligna.

 

Displasia fibrosa

Los bifosfonatos pueden ayudar a aliviar el dolor. Las deformaciones progresivas, las fracturas que no curan con inmovilización o un dolor intratable, pueden tratarse con cirugía.

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