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PIE EN SERPENTINA

PIE EN SERPENTINA

El metatarso aducto congénito, metatarso varo, pie en Z o pie en serpentina es la deformidad del pie más común en el recién nacido.

Se caracteriza por una desviación del antepié que se desvía hacia dentro el arco del pie, es muy pronunciado, la planta del pie tiene forma de riñón, y el dedo gordo muy separado del segundo dedo y desviado hacia dentro.

Es una deformidad benigna, que en los casos más leves se resuelve espontáneamente, y en los restantes si no se trata el niño tendrá una marcha molesta, con las puntas de los pies hacia dentro, con tropiezos y caídas frecuentes.

Su frecuencia es de 1/1000 nacidos vivos; si existen antecedentes familiares ésta aumenta. Es más frecuente en los varones, en los gemelos y en el parto en podálica.

En general, la curación espontánea de la deformidad ocurre entre un 85% de los casos. Esto conlleva a que un 15% presenten una deformidad residual significativa si no se realiza un tratamiento adecuado.

Causas

Puede ser multifactorial.

 Existen diferentes teorías sobre el mecanismo de producción de esta deformidad

  • Teoría postural.-   Según esta teoría, el metatarso aducto estaría originado por malposiciones uterinas.

  • Teoría anatómica.-   Se han observado subluxaciones de la primera articulación cuneometatarsiana. El metatarso aducto muestra también asociación con la displasia del desarrollo de cadera.

  • Teoría genética.-   Es quizá el factor más importante. Cuando un hijo está afectado de metatarso aducto, el riesgo para los demás hijos es de 20:1 frente a la población normal.

Clasificación

La gravedad viene determinada por la flexibilidad de la deformidad mientras se presiona lateralmente el primer metatarsiano y se mantiene la porción posterior y el mediopié en una posición neutra con la otra mano.

    – Metatarso leve, cuando la deformidad es sobrecorregida con mínimo esfuerzo. La estimulación de los músculos peroneos corrige la deformidad. No precisa tratamiento, resolviéndose espontáneamente.

    -Metatarso moderado, cuando la abducción pasiva lleva el antepié a la posición neutra. En estos casos se recomienda el tratamiento fisioterápico y la reevaluación periódica.

   – Metatarso grave, cuando con la presión lateral el antepié no alcanza la línea media. En estos casos los niños se benefician de un tratamiento ortésico precoz, bien con yesos o con botas articuladas.

No se necesitan radiografías de forma rutinaria para valorar el metatarso aducto, sin embargo, las radiografías están indicadas para valorar la alineación ósea de los pies que han requerido una corrección mediante yesos o en niños mayores que tienen una deformidad rígida.

Tratamiento

Alrededor del 90% se resuelve en forma espontánea, pero hay un pequeño porcentaje que requiere de tratamiento rehabilitador como manipulaciones, el uso de férulas en la noche y de calzado antivaro.

 En la mayoría de los niños, el problema se corrige solo a medida que se desarrolla el uso normal de los pies.

Durante el tratamiento hay que tener en cuenta unas consideraciones:

   – Tener siempre presente que  los cartílagos son más blandos que los ligamentos retraídos.
– Diferenciar los metatarsos varos reductibles de los metatarsos varos rígidos.
– No forzar la reducción.
– Empezar a tratarlos, si es posible antes de cumplir el primer año.

Los pasos a seguir son los siguientes:

Tratamiento conservador.

Medidas posturales: Puede recomendarse un cambio de la posición para dormir, como que duerma de costado y que no duerma en decúbito prono para no forzar la rotación interna de la extremidad inferior.

Manipulaciones.-  Se le enseña a la familia cómo hacer estos ejercicios en casa, ejercicios de manipulación pasiva en el pie de su hijo en el momento en que le cambia el pañal.


Cuando los pies son más rígidos, o en aquellos casos que no responden al tratamiento puede ser que necesite usar una férula o zapatos especiales, llamados calzado antivaro, mantienen el pie en la posición correcta.

A menudo se observa una discreta recidiva de la deformidad en niños que han tenido tratamiento con zapatos especiales, férulas o yesos. Sin embargo, tiende a resolverse progresivamente entre los 2 y 4 años. Si la deformidad persiste se producirá una marcha con los pies hacia adentro y si la adducción es pronunciada el pie puede tener problemas para adaptarse al zapato.

Tratamiento quirúrgico. En casos rígidos que no han evolucionado bien con el tratamiento conservador o en niños mayores. La indicación quirúrgica del metatarso aducto es extremadamente rara, pero debe ser realizado cuando el tratamiento conservador fracasa.

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