La infección en cirugía protésica es una de las complicaciones más importantes y devastadoras. Su incidencia es del 2-3% en las prótesis primarias y del doble en las cirugías de revisión pudiendo alcanzar porcentajes superiores al 15% con el uso de implantes constreñidos o en bisagra.
El objetivo del tratamiento debe ser erradicar la infección y mantener la función de la articulación. El tratamiento de una prótesis de cadera o de rodilla infectada genera un consumo de recursos hospitalarios tres o cuatro veces mayor que el de una prótesis primaria y dos veces mayor que el de una revisión de una prótesis aflojada pero no infectada.
Las opciones de tratamiento se dividen en la retención de implantes o el recambio de los componentes, en uno o en dos tiempos. La mejor opción sería la que requiriese la menor agresión quirúrgica en combinación con un tratamiento antibiótico, bien tolerado y fácil de administrar, con los menores efectos secundarios.
Los resultados más consistentes en la literatura se han obtenido con el recambio en dos tiempos que incluye la retirada del implante y el desbridamiento exhaustivo, la colocación de un espaciador articulado con cemento cargado de antibiótico y, tras un ciclo de antibioticoterapia, la reimplantación protésica. Esta forma de tratamiento continúa siendo el tratamiento de elección o “Gold Standard” en la literatura médica, con resultados buenos o excelentes en el 80%-100% de los casos, pero no deja de ser agresiva, costosa y larga.
TRATAMIENTO DE LA INFECCIÓN DE PRÓTESIS TOTAL DE RODILLA
Las opciones de tratamiento tras la infección de una prótesis articular de rodilla pueden clasificarse en:
1. La retención del implante. a. Tratamiento supresor sin desbridamiento b. Desbridamiento con retención de implante, incluyendo recambio parcial del implante
2. La retirada y recambio del implante. a. En 1 tiempo b. En 2 tiempos
3. En otro epígrafe se incluirían las terapias de salvamento, fusión o artrodesis, artroplastia resección o amputación.
RETIRADA Y RECAMBIO DEL IMPLANTE POR INFECCIÓN EN PRÓTESIS TOTAL DE RODILLA
Se reservaba, clásicamente, en pacientes inmunocompetentes con el implante aflojado, infección aguda, buen estado de los tejidos blandos, identificación confirmada prequirúrgica del microorganismo causal con escasa virulencia y ausencia de fistulización. Entre las ventajas del recambio en un tiempo figuran:
-menor coste y menores efectos secundarios, menor morbilidad -recuperación más rápida -administración de elevadas concentraciones locales de antibióticos con menores efectos sistémicos -menor compromiso de la reserva ósea o de la función de la articulación.
Entre sus inconvenientes figuran la necesidad de un elevado grado especialización del cirujano y de todo el equipo multidisciplinar y que los resultados son menos reproducibles o consistentes en la literatura médica.
Los éxitos con este abordaje alcanzan hasta el 80%-90% en series seleccionadas, en pacientes más jóvenes, con implantes fijos e infecciones por microorganismos Gram + sensibles a una antibioticoterapia específica mantenida 2-3 meses tras la reimplantación.
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