Fractura de pelvis

Qué es

La pelvis es un círculo formado por cinco huesos – el sacro, coxis, ilion, isquion y pubis.

En una fractura de la pelvis, uno o más de los huesos pueden estar agrietados o rotos.

El principal síntoma de una fractura de pelvis es el dolor en la ingle, la cadera o la espalda baja. Una fractura por estrés que se produce al correr puede causar dolor en el muslo o glúteo.

Cómo se produce

Muchas fracturas pélvicas son causadas por un accidente que ocurre a gran velocidad, como un accidente automovilístico o una caída desde una gran altura. Sin embargo, los adolescentes en crecimiento, sobretodo aquellos que participan en deportes, están en riesgo de un determinado tipo de fractura pélvica denominada fractura por avulsión.

A menudo, se puede confundir una fractura por avulsión de la pelvis no detectada por una distensión muscular. Estas fracturas suelen ocurrir con las contracciones musculares bruscas. Un pequeño trozo de hueso de la isquion, donde se une el tendón de la corva, se ha arrancado.

Cómo se diagnostica

El médico puede solicitar una CT para obtener una mejor imagen de los huesos de lo que sería posible con una radiografía. Dependiendo de la complejidad de la fractura, otras pruebas de diagnóstico por imagen pueden ser necesarias, lo que pueden incluir estudios en los que se inyecta un medio de contraste para crear una imagen para evaluar los órganos y estructuras en la zona pélvica.

Cómo se trata

El tratamiento depende de la gravedad de la lesión. Las fracturas menores o fracturas pélvicas por avulsión se pueden tratar con reposo en cama, el uso de muletas o un andador, y medicamentos para el dolor. En algunos casos, se puede recomendar cirugía.​