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DESGARRO DEL LABRUM DE LA CADERA

Desgarro del labrum de la cadera

Un desgarro del labrum de la cadera afecta al anillo de cartílago (labrum) que se encuentra en el borde exterior de la cavidad de la articulación de la cadera. Además de amortiguar la articulación de la cadera, el labrum actúa como un sello o junta de goma para ayudar a sostener la cabeza del fémur (que se encuentra en su extremo superior) de forma segura dentro de la cavidad de la cadera.

Los atletas que participan en deportes como hockey sobre hielo, fútbol, fútbol americano, golf y ballet corren un mayor riesgo de desarrollar desgarros del labrum de la cadera. Las anomalías estructurales de la cadera también pueden producir un desgarro del labrum de la cadera.

Los desgarros del labrum de la cadera son comunes en personas que practican deportes o que poseen anomalías estructurales en la cadera. Si los tratamientos tradicionales no funcionan, tu médico puede sugerir una cirugía para extirpar o reparar el labrum desgarrado.

Síntomas

Muchos desgarros del labrum de la cadera no causan signos ni síntomas. Algunas personas, sin embargo, tienen uno o más de los siguientes:

  • Dolor en la cadera o en la ingle, a menudo empeorado por largos períodos de estar de pie, sentado o caminando

  • Una sensación de bloqueo, crujido o trabado en la articulación de la cadera

  • Rigidez o rango de movimiento limitado en la articulación de la cadera

 

Causas

Un desgarro del labrum de la cadera puede deberse a lo siguiente:

  • Traumatismo. Las lesiones o la dislocación de la articulación de la cadera (que pueden producirse durante accidentes automovilísticos o en la práctica de deportes de contacto, como fútbol americano o hockey) pueden provocar un desgarro del labrum de la cadera.

  • Anomalías estructurales. Algunas personas nacen con problemas de cadera que pueden acelerar el desgaste de la articulación y con el tiempo provocar un desgarro del labrum de la cadera.

  • Movimientos repetitivos. Las actividades deportivas y otras actividades físicas (como correr largas distancias, los movimientos de torsión o giro repentinos frecuentes en el golf o el sóftbol) pueden desgastar la articulación hasta ocasionar el desgarro del labrum de la cadera.

Complicaciones

Un desgarro del labrum de la cadera puede favorecer el desarrollo de osteoartritis en esa articulación en el futuro.

Prevención

Si los deportes que practicas te ponen mucha tensión en las caderas, acondiciona los músculos circundantes con ejercicios de fuerza y flexibilidad.

Diagnóstico

El médico tomará un historial de tus molestias. Durante la exploración físico, el médico moverá tu pierna, y especialmente la articulación de la cadera, en varias posiciones para comprobar si hay dolor y evaluar la amplitud de movimiento de la cadera. Podría, además, pedirte que camines.

Exploraciones de diagnóstico por imágenes

El desgarro del labrum de la cadera no suele suceder de manera aislada. En la mayoría de los casos, otras estructuras dentro de la articulación de la cadera también tienen lesiones. Las radiografías son una excelente forma de visualizar los huesos. A través de ellas se pueden detectar fracturas y anomalías estructurales.

Una resonancia magnética puede ofrecer imágenes detalladas de los tejidos blandos de la cadera. Se puede inyectar un medio de contraste en el espacio de la articulación de la cadera para lograr ver mejor el desgarro del labrum.

Tratamiento

El tratamiento depende de la gravedad de los síntomas. Algunas personas se recuperan con tratamientos conservadores en unas pocas semanas; otras necesitan cirugía artroscópica para reparar o extirpar la porción desgarrada del labrum.

Medicamentos

Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos pueden aliviar el dolor y reducir la inflamación. También es posible controlar temporalmente el dolor con una inyección de corticoesteroides en la articulación.

Terapia

Un fisioterapeuta puede enseñarte ejercicios para maximizar la amplitud de movimiento de la cadera, así como la fuerza y la estabilidad de la cadera y el torso. Los terapeutas también pueden enseñarte a evitar los movimientos que ejercen presión sobre la articulación de la cadera.

Cirugía y otros procedimientos

Si los tratamientos conservadores no alivian tus síntomas, tu médico podría recomendar cirugía y asi aliviar tu dolor.

 

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