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Fractura de tobillo

Fractura de tobillo

Huesos del pie y el tobillo

Una fractura de tobillo es una lesión en el hueso. Puedes sufrir una fractura de tobillo durante un accidente automovilístico o por un simple paso en falso o una caída.

La gravedad de una fractura de tobillo varía. Las fracturas pueden oscilar entre pequeñas grietas en los huesos hasta fracturas que perforan la piel.

El tratamiento para una fractura de tobillo depende de la ubicación exacta y la gravedad de la fractura. Un tobillo con una fractura grave puede requerir cirugía por medio de la cual se implantan placas, varillas o tornillos en el hueso fracturado para mantener una posición adecuada durante la curación.

Síntomas

Si tienes un tobillo fracturado, puedes experimentar algunos de los siguientes signos y síntomas:

  • Dolor pulsátil e inmediato

  • Dolor que aumenta con la actividad y disminuye con el descanso

  • Hinchazón

  • Hematomas

  • Sensibilidad

  • Deformidad

  • Dificultad para caminar o cargar peso

Consulta a un médico si presenta una deformidad evidente, si el dolor y la hinchazón no mejoran con el cuidado personal o si el dolor y la hinchazón empeoran con el tiempo. Además, consulta a un médico si la lesión interfiere con tu caminar.

Causas

Las causas más comunes de una fractura de tobillo son las siguientes:

  • Accidentes automovilísticos.Las frecuentes lesiones por aplastamiento en accidentes automovilísticos pueden provocar fracturas que requieren reparación quirúrgica.

  • Caídas.Un tropiezo y una caída pueden hacer que te fractures los huesos de los tobillos, así como caer sobre los pies al saltar aunque sea desde baja altura.

  • Traspiés.A veces, el mero hecho de colocar el pie de manera incorrecta puede producir la fractura de un hueso. Torcerse el tobillo también puede causar un esguince o la fractura de un hueso.

Factores de riesgo

Es posible que corras un mayor riesgo de padecer una fractura de tobillo si ocurre algo de lo siguiente:

  • Participas en deportes de alto impacto.El estrés, los golpes directos y las lesiones por torsión que ocurren en deportes como el baloncesto, el fútbol, la gimnasia, el tenis y el fútbol pueden causar fracturas de tobillo.

  • Utilizar una técnica o equipo deportivo inadecuados.Los equipos inadecuados, como zapatos demasiado desgastados o que calzan mal, pueden contribuir al desenlace de fracturas por estrés y caídas. Las técnicas de entrenamiento inadecuadas, como no calentar y estirar, también pueden causar lesiones en los tobillos.

  • Aumentar repentinamente tu nivel de actividad.Tanto para los atletas experimentados o aquellos que apenas comienzan a hacer ejercicio, el aumento repentino de la frecuencia o la duración de las sesiones de ejercicio puede aumentar el riesgo de sufrir una fractura por esfuerzo.

  • Trabajar en ciertas ocupaciones.Ciertos entornos de trabajo, como un sitio de construcción, te ponen en riesgo de caer desde las alturas.

  • Mantener tu casa desordenada o mal iluminada.Caminar en una casa con mucho desorden o poca luz puede provocar caídas y lesiones en los tobillos.

  • Padecer determinadas afecciones.Tener una disminución de la densidad ósea (osteoporosis) puede ponerte en riesgo de sufrir lesiones en los huesos del tobillo.

  • circulación. La falta de circulación sanguínea puede causar la muerte y el colapso de un hueso.

Prevención

Estos consejos de deporte y seguridad básicos pueden ayudar a prevenir la fractura de tobillo:

  • Usa el calzado adecuado.Usa zapatos para escalar en terrenos desnivelados. Elige los zapatos deportivos adecuados para el deporte que realices.

  • Reemplaza los zapatos deportivos periódicamente.Desecha las zapatillas cuando se desgaste la suela o el taco, o si se desgastan de forma despareja. Si corres, reemplaza las zapatillas cada alrededor de 480 km a 640 km (de 300 mi a 400 mi).

  • Comienza despacio.Esto se implementa en un nuevo programa de puesta en forma y para cada entrenamiento individual.

  • Haz entrenamiento cruzado.Cuando se alternan distintas actividades se pueden evitar las fracturas por fatiga. Puedes alternar entre el trote y la natación o el ciclismo.

  • Fortalece los huesos.Los alimentos ricos en calcio, como la leche, el yogur y el queso, pueden hacerle muy bien al cuerpo. También puede ser de utilidad consumir suplementos de vitamina D.

  • Ordena tu hogar.Al acomodar el desorden de los espacios puedes evitar tropiezos y caídas.

  • Fortalece los músculos del tobillo.Si eres propenso a torcerte el tobillo, pide al médico que te recomiende ejercicios para fortalecer los músculos que estabilizan el tobillo.

Diagnóstico y tratamiento

Diagnóstico

Durante el examen físico, el médico controlará si sientes dolor a la palpación en el tobillo. La ubicación precisa del dolor puede ayudar a determinar su causa.

Es posible que te muevan el pie en diferentes posiciones para comprobar la amplitud del movimiento. Pueden pedirte que camines una distancia corta para que el médico pueda examinar tu andar.

Estudios de diagnóstico por imágenes

Si tus signos y síntomas indican una fractura o una quebradura, es posible que el médico te sugiera una o más de las siguientes pruebas de diagnóstico por imágenes.

  • Radiografías.La mayoría de las fracturas de tobillo se pueden visualizar por medio de radiografías.

Tratamiento

Los tratamientos para la fractura de tobillo variarán según el hueso que se haya fracturado y la gravedad de la lesión.

Medicamentos

Los medicamentos se le prescribirán de acuerdo a la severidad de la lesión con desinflamatorios y analgésicos.

Cirugía y otros procedimientos

  • Reducción.Si presentas una fractura desplazada, lo que significa que no están alineados los dos extremos de la fractura, es posible que el médico necesite manipular las partes para que vuelvan a sus posiciones adecuadas. Este proceso se conoce como reducción. Dependiendo de la cantidad de dolor e hinchazón que tengas, es posible que necesites tomar un relajante muscular, un sedante o incluso un anestésico general antes de este procedimiento.

  • Inmovilización.Para sanar, un hueso roto debe ser inmovilizado para que sus extremos puedan volver a unirse. En la mayoría de los casos, será necesario colocar un yeso.

  • Cirugía.En algunos casos, es posible que un cirujano ortopédico necesite usar clavos, placas o tornillos para mantener la posición correcta de los huesos durante la curación. Estos materiales pueden eliminarse después de que haya sanado la fractura si son prominentes o dolorosas.

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